Deepak Reju es un pastor asociado de Capitol Hill Baptist Church en Washington, D. C. Tiene un PhD en consejería bíblica del Southern Baptist Theological Seminary.
¿Cómo respondo ante el consumo cada vez mayor de pornografía?
1. Da pasos radicales: asegúrate de quitar de manera brutal los puntos de acceso a internet si eres vulnerable. Jesús te anima a cortarte tu brazo o a sacarte tu ojo (Mt 5:27-30); sé agresivo al extirpar el pecado sexual de tu vida. Si has mirado algo inapropiado recientemente, has abierto un punto de acceso que necesita ser tratado.
2. No seas pasivo en cuanto a la rendición de cuentas: no permitas que tu letargo espiritual te absorba. No te relajes en cuanto a buscar la ayuda que necesitas. Aprovecha la tecnología. FaceTime y Zoom te permiten continuar recibiendo ayuda de tu comunidad del Evangelio. De acuerdo, esto no es lo mismo que las reuniones en persona, pero es mejor que nada. Mantén en mente que la buena rendición de cuentas es honesta, frecuente y dura.
- Sin honestidad, todo lo demás es una pérdida de tiempo. Arriésgate y comparte las partes más repugnantes de tu corazón (Pr 24:26). Expón las obras malvadas de la oscuridad (Ef 5:11). Toma una decisión guiada por el Espíritu a vivir en la luz (Ef 5:13).
- La ayuda frecuente es mejor que la ayuda infrecuente. El pecado sexual encuentra diariamente maneras de fastidiar tu vida. Si pasas demasiado tiempo sin control, arruina las cosas. Necesitas ayuda constante de creyentes maduros que presionan tu pecado con el fin de disminuirlo.
- Las conversaciones difíciles son molestas. La rendición de cuentas te sirve para bien si tu amigo presiona en tu vida y extirpa tu pecado. Como compañero de rendición de cuentas, ¿estás dispuesto a hacer preguntas difíciles, incómodas y directas? «¿Te masturbaste esta semana?». «¿Le mentiste a alguien esta semana?». «¿Hay algo que me estés ocultando?».
3. Las disciplinas espirituales son cruciales para tu sobrevivencia: algunos de ustedes están muriendo de hambre; han dejado su dieta regular de la predicación pública. Tu consumo calórico espiritual es mucho menor de lo que debería ser. Por lo tanto, sobrecompensa en exceso con estudio privado. No te conformes con una lectura superficial de un texto bíblico. Tus deseos por el pecado sexual te superarán si no mantienes un consumo alto en calorías del Evangelio. Toma tiempo extra para cavar profundo en la Palabra de Dios. El alimento diario del Evangelio es una parte vital de mantener tu fe en este tiempo inusual. Un corazón adobado en el Evangelio tiene una mejor oportunidad de sobrevivencia que un corazón malnutrido.
4. Bájale el volumen a las mentiras del pecado: «merezco esto». «¿Acaso Dios no sabe que tengo deseos?». «Dios me perdonará». Mentiras, racionalizaciones y autojustificaciones rondan nuestras mentes como un ciclo de centrifugado de una lavadora. La ausencia de comunión regular te hace más vulnerable (Heb 3:12-13) y, tristemente, esas mentiras te dan incentivos para continuar en pecado. Arrepiéntete de esas mentiras y autojustificaciones y hazles frente al subirle el volumen a las promesas de Dios.
5. Examina tu corazón: el arrepentimiento del pecado sexual no puede ser reducido a solo un cambio de comportamiento. El arrepentimiento genuino requiere un cambio desde el interior; un cambio de corazón. El trabajo en el corazón es un trabajo difícil. Toma tiempo para profundizar en los escondrijos de tu corazón para entender qué te motiva a ir tras el pecado sexual. No es solo un asunto de lujuria. Por ejemplo, ¿ves imágenes inapropiadas para escapar del estrés? ¿El aburrimiento prolongado te mete en problemas? ¿Estás buscando algún sentido de aventura mientras soportas un estilo de vida santurrona?