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Sin duda, la Trinidad es una de las doctrinas cristianas más misteriosas. Explicarla puede resultar intimidante, y usamos nuestras palabras muy cuidadosamente para no caer en herejía. No obstante, perderíamos el punto si dejáramos a la Trinidad como una mera discusión doctrinal. ¿Cómo se aplica prácticamente la Trinidad a tu vida cotidiana hoy?

La practicidad de la Trinidad es clara en Juan 13 al 17. Los discípulos estaban profundamente intranquilos con las palabras de Jesús sobre su partida, pensando que esto traería un quiebre devastador en su relación con Dios. No obstante, Jesús les habló con ternura, dándoles guía para continuar su camino con Dios después de su partida. Al darles esta instrucción, Jesús habló sobre la naturaleza trinitaria de Dios. Este pasaje de la Escritura enseña que conocer a Dios como tres en uno debe estar al centro de nuestra relación diaria con Él.

Respondemos al amor del Padre

A la luz de las lecciones de Cristo sobre la naturaleza del Padre…

  • Él es la fuente del amor divino. Él es la fuente del ánimo que recibimos en la Escritura, en las respuestas a nuestras oraciones, en la gracia del Espíritu Santo en nuestras vidas y en toda otra bendición que recibamos.
  • Como la fuente de todo, Él debe ser servido como el objeto de todo. Él es Aquel a quien respondemos con amor, oraciones, alabanza y adoración. Asimismo, adoramos al Hijo y al Espíritu Santo, pero debido a que incluso el Hijo y el Espíritu le dan gloria al Padre y comparten su gloria (p. ej.: Jn 16:14-15; 17:4-5), adoramos al Trino con una comprensión de que el Padre es el objeto supremo de todo.
  • Debemos honrar al Padre con los frutos de nuestras vidas. Así como el dueño de un viñedo planta sus vides a fin de recibir una cosecha, así el Padre (el Viñador) recibe debidamente los frutos que Jesús (la Vid) trae a nuestras vidas (los sarmientos) (Jn 15:1-5).

Respondemos a la mediación del Hijo

Existen cuatro maneras principales en las que debemos responder a la mediación del Hijo…

  • Miramos al Hijo porque sólo Él puede reconciliarnos con Dios. Sólo en las palabras y en la obra de Jesús encontramos la aceptación de Dios.
  • Nos unimos a los creyentes, específicamente, dentro de una iglesia local. Jesús instruyó a sus discípulos: «un mandamiento nuevo les doy: “que se amen los unos a los otros”; que como Yo los he amado, así también se amen los unos a los otros» (Jn 13:34-35; cf. Juan 13:13-17; Juan 15:12).
  • Oramos al Padre en el nombre de Jesús (Jn 16:23).
  • Jesús trae las palabras del Padre a nosotros, para que respondamos a su rol dentro de la Trinidad al usar la Escritura como el estándar de nuestra fe y vida.

Por la promesa del Espíritu…

  • Esperamos que el Espíritu instruya nuestras decisiones por medio de la Palabra. Esto no quiere decir que el Espíritu producirá nuevos significados de la Biblia hechos a medida de nuestras preguntas individuales, sino que esperamos que el Espíritu nos ayude a poner nuestras vidas bajo la luz de la Palabra de Dios.
  • Esperamos que el Espíritu guíe a los cristianos como comunidad. Es importante para nosotros estudiar nuestras Biblias con la confianza de que el Espíritu nos ayudará, y que lo hagamos prestando cuidadosa atención al consejo de otros que han estudiado la misma Escritura.
  • Confiamos en que el Espíritu nos autorice a servir como testigos. Dondequiera que vivan los cristianos, el Espíritu está con ellos para hacerlos testigos en sus comunidades. 
  • Respondemos a la presencia continua del Espíritu al abrazar su convicción. Cuando nos falta la fe, el Espíritu remueve nuestros corazones para creer al escuchar la Escritura. Cuando pecamos, el Espíritu trae convicción y atrae nuestros corazones para recordar y obedecer las palabras de la Escritura.

Este artículo es una adaptación del libro Our Triune God [Nuestro Dios trino] escrito por Phil Ryken y Michael LeFebvre.

Este artículo fue publicado originalmente en inglés y traducido con el permiso de Crossway.
Photo of Michael LeFebvre
Michael LeFebvre
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Michael LeFebvre

Michael LeFebvre (PhD, University of Aberdeen) es un ministro presbiteriano ordenado y un académico en Antiguo Testamento. También es miembro del Center for Pastor Theologians. Michael y su esposa, Heather, tienen cinco hijos y viven en Indianápolis, Indiana.
Photo of Philip Graham Ryken
Philip Graham Ryken
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Philip Graham Ryken

Philip Graham Ryken (DPhil, University of Oxford) es el octavo rector de Wheaton College. Solía predicar en la Tenth Presbyterian Church en Filadelfia desde 1995 hasta su nombramiento en Wheaton en 2010. Ryken ha publicado más de cincuenta libros, entre los que se encuentran When Trouble Comes [Cuando aparecen los problemas] y comentarios expositivos de Éxodo, Eclesiastés y Jeremías. Sirve como miembro del directorio de The Gospel Coalition y del Lausanne Movement.